El SÓTANO DE LAS HUAHUAS
Tiene una profundidad total de 478 m. y
posee 2 tiros verticales que son ser de la magnitud de Golondrinas son
considerables: 202 y 153 m. respectivamente.
La boca de esta cavidad tiene un
diámetro circular alargado de 800 m. y todo su perímetro está cubierto por
densa vegetación. La inclinación de la boca permite que el tiro inicial tenga
los 202 m. ya mencionados, en su parte más alta, y en la más baja 147 m.
llegando hasta un primer nivel. Este primer nivel tiene
una superficie un tanto irregular que mide 224 m. de longitud y 159 m. en su
parte más ancha, y está cubierta parcialmente por arbustos que
alcanzan hasta los 2 m. de altura.
Esta parte permanece iluminada
totalmente durante el día, ya que a través de la boca se filtran
alegres rayos de sol. En una de las paredes laterales del primer nivel
se abre una gigantesca boca de 90 m. de altura y 80 m. de ancho, ahí se inicia
un abismo que da principio a un tiro de 153 m., el segundo y el
último de la cavidad. El 1968, se descendió por primera vez por este tiro; el
merito correspondió a miembros de la AMCS. Este último accede a uno
de los salones subterráneos más grandes del mundo. Tiene por dimensiones 184 m.
de largo, 158 m. de ancho y 290 m. de altura, suficiente volumen y espacio para
que quepa un estadio de futbol o la Torre Latinoamericana varias veces, este
salón destaca por su altura, ya que son pocos los salones subterráneos que
sobrepasan los 100 m. de altura.
Desde la boca de acceso al gran salón
de guaguas desciende una colosal rampa originada por colapsos ocurridos en
tiempos remotos. Dicha rampa es un acceso adicional al segundo tiro, sin
embargo, su descenso es peligroso por lo inestable de las rocas. El interior
del salón es sumamente irregular debido a la gran cantidad de bloques rocosos
que se han desprendido del techo y paredes con el paso del tiempo, volviéndolo
un verdadero laberinto. Algunos bloques tienen el tamaño de un autobús, y los
hay más grande, la luz natural alcanza a penetrar hasta este salón,
aunque en forma muy tenue; la porción noroeste del
salón es la más plana ya que está cubierta por un lado
semiconsolidado. Ahí corre un arroyo de temporal que se pierde en un
resumidero en donde se puede descender, desescalando a través de un conducto
estrecho y lodoso, algunos metros hasta llegar a un sifón a la cota de 465 m.
bajo la boca del abismo. Durante muchos años este fue el punto más
profundo alcanzado en la cavidad, hasta que en 1978 Bill Stone, unió a los
mejores espeleólogos de EE. UU., buceo el sifón descendiendo 13 m.
Al igual que el Sótano de las
Golondrinas, La Hoya de las Guaguas también es habitada por miles y miles de
vencejos y pericos que efectúan el mismo ritual de entrada y salida. En este
caso son los pericos los que han dado nombre a la cavidad: Guagua significa
“pericos” en lengua Huasteca (el nombre Huasteco de la cavidad es “ Xoc-Guaguas”).
A diferencia de Golondrinas, Guaguas sigue intacto.
LOS ABISMOS
DE LA SIERRA GORDA: UN UNIVERSO BAJO TIERRA
Hace millones de años ocurrió
una revolución geológica. Las fuerzas del interior de la tierra despertaban y
empezaban a alzar el fondo marino del primitivo Golfo de México.
Grandes extensiones emergieron y se levantaron dando forma a una de
nuestras grandes cadenas montañosas: La Sierra Madre Oriental. Se
originaron enormes fallas y fracturas en las rocas, hubo un colapso y grandes cataclismos, dio como resultado
enormes cañadas con grandes paredes verticales, altísimos picos
rocosos, escarpadas montañosas y en el interior de estos
abismos subterráneos de gran magnitud.
Así se formo la Sierra Gorda de
Querétaro una de las regiones más escarpadas de la Sierra Madre oriental y
quedaron como viejos testigos de esos tiempos pasados, numerosos
abismos subterráneos, cuyos dos exponentes más importante son: El Sotanito de
Ahuacatlán y el Sótano del Barro, el primero con un tiro de 288 m. de caída
libre y el segundo con el tiro vertical más profundo del mundo de 410 m.